Dermatitis atópica en pocas palabras
La dermatitis atópica, comúnmente conocida como eccema, es un trastorno inflamatorio crónico que provoca enrojecimiento, irritación y picazón en la piel. Los efectos suelen ser duraderos y persistentes y se pueden manifestar en pacientes de cualquier edad, desde niños a adultos.
Los tratamientos actuales de esta patología suelen ser lentos, largos y no siempre proporcionan una cura permanente. Además, existen ciertas cepas bacterianas, como Staphylococcus aureus, que tienen la habilidad de colonizar la piel de pacientes con dermatitis atópica, promoviendo una mayor inflamación que hace exacerbar los efectos de la enfermedad
¿Quién, dónde y qué se ha descubierto?
Recientemente, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, San Diego (UCSD), han conseguido identificar una cepa bacteriana con potencial para tratar la dermatitis atópica.
El estudio, publicado en el diario científico Nature Medicine, se centra en los mecanismos de acción de la bacteria Staphylococcus hominis A9 (ShA9), que se encuentra presente en la piel humana sana.
Los investigadores descubrieron que esta bacteria tiene la habilidad de superar y matar a bacterias de la cepa S. aureus, ayudando así a reducir de manera significativa las poblaciones de S. aureus en la piel de los pacientes y, por consiguiente, ayudando a mejorar la dermatitis atópica.
Para comprobar la efectividad de este tratamiento, se han llevado recientemente a cabo varios estudios clínicos de fase I en humanos, donde se han observado bajadas significativas en el número de poblaciones de S. aureus en la piel y mejoras en la dermatitis atópica en dos tercios de los participantes.